El Bogotazo
Las consecuencias de un evento central en la historia colombiana

El Bogotazo, lo que refiere al asesinato de Jorge Eliécer Gaitán y las revueltas que siguieron, es uno de los momentos más conocido e importantes de la historia de Colombia.
Fue un momento decisivo en la historia colombiana y una gran decepción para muchos colombianos. En efecto, para toda la parte liberal de los electores, Jorge Eliécer Gaitán representaba una gran esperanza. Sus objetivos de igualdad à través de grandes reformas agrícola atrajeron a un gran número de personas. Además, representó una renovación del panorama político, con estas luchas por el fin de la corrupción y la cooperación de las clases dirigentes.
Así Gaitán gozaba de un fuerte apoyo popular, sobre todo de los trabajadores y los campesinos, que entonces eran mayoría en ese momento. Su muerte y la violencia que siguió marcó la vida social y política por muchas décadas y ahora nos enfocaremos en las consecuencias de este evento.
Las consecuencias inmediatas al Bogotazo
A los eventos del Bogotazo se siguió una represión muy fuerte y eso en todo el país. En efecto, se desarrolló una fuerte contestación que se convirtió en una batalla entre el estado y una parte del pueblo. Las represiones de los movimientos populares fueron terribles. La ciudad fue marcada por los conflictos que la destruyeron. Muy rápidamente el presidente Mariano Ospina Pérez (1946-1950) empezó a tomar decisiones de reducción de las libertades, de abolición de la libertad de prensa, y del pluralismo político, lo que inició una de las décadas más violentas de la historia de Colombia "La Violencia”. Así solamente en el año que siguió el Bogotazo la población ya fue marcada por una política y un contexto violento y con mucha oposición al gobierno.
"La oligarquía no me mata porque sabe que, si lo hace, el país se vuelca y las aguas demorarán cincuenta años en regresar a su nivel normal"
Jorge Eliécer Gaitan
"La Violencia"
Esta cita de Jorge Eliécer Gaitán es bastante visionaria cuando miramos lo que siguió al bogotazo. En efecto, el Bogotazo no es solamente un evento de algunos días, es también una serie de consecuencias para Colombia.
Después de la presidencia del conservador Mariano Ospina Pérez (1946-1950) en las siguientes elecciones los liberales no presentaron un candidato así que el conservador Laureano Gómez ganó sin concurrencia. Durante su mandato el, redujo las libertades civiles, abolió las leyes favorables a los trabajadores, prohibió los sindicatos e introdujo la censura en la prensa. Estas decisiones exacerbaron las condiciones de lo que se llamó la decada de La Violencia, desde el año 1946 hasta 1958 dejando entre 200 y 300 mil muertos y el desplazamiento forzado de aproximadamente 2 millones de personas. Los enfrentamientos incluyeron asesinatos, masacres, violaciones y torturas, a menudo motivados por afiliaciones políticas o religiosas. El periodo de “La Violencia”, fue uno de la más violentos de la historia de Colombia. Este conflicto se extendió a las ciudades, pero también al campo, donde los campesinos y agricultores fueron tanto víctimas como victimarios. Las milicias surgieron en el campo y se apoderaron rápidamente del Estado. Además, la violencia ha obligado a miles de familias a huir de sus tierras, contribuyendo a una urbanización rápida y desorganizada en grandes ciudades como Bogotá, Medellín y Cali. En el punto más peor de la «violencia», bajo Gómez, morían hasta 1.000 personas al mes. Por fin, esta violencia fue centrada en los militantes, y los políticos liberales lo que puso un desequilibrio político en Colombia.

"El Frente Nacional"
Sin embargo, un acuerdo de paz fue encontrado entre ambos partidos, el liberal y el conservador, lo que permitió poner fin a la terrible década de “La Violencia”. Es en este contexto que emergió la figura de Gustavo Rojas Pinilla, quien hizo el segundo gobierno militar de la historia de Colombia en 1953. Tras su mandato, su forma de gobernar se hizo muy impopular por culpa de la gente que le rodeaba. De hecho, en su afán por romper con las élites tradicionales, se rodeó sobre todo de militares sin experiencia política. Así que fue derrocado en 1957, lo que dio lugar a negociaciones entre los partidos liberal y conservador que organizaron la firma del «Frente Nacional» que duro de 1957 hasta 1974. Este pacto estableció una cierta estabilidad política, aunque la voluntad del pueblo ya no era escuchada por las élites. Los partidos Liberal y Conservador se comprometieron a alternarse la presidencia cada cuatro años, independientemente de los resultados electorales. Todos los cargos del gobierno, incluidos los parlamentarios, ministeriales y administrativos, se reparten a partes iguales entre los dos partidos.

El desarrollo de una cultura de la violencia como herramienta política
Por fin este evento marcó el desarrollo de una cultura de la violencia como herramienta política. En efecto es algo que vimos mucho en la historia colombiana post-bogotazo donde muchos conflictos políticos se volvieron en conflictos. Aunque el sistema del “Frente Nacional” instauró un equilibrio en la vida política con la alternancia a la presidencia, eso también cerró la política a una gran parte de la población, lo que causó el desarrollo de grupos políticos militares. Fue el nacimiento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Farc, el Ejército de Liberación Nacional, ELN y el Ejército Popular de Liberación, EPL. Sus objetivos fueron entrar en la esfera política con otras herramientas, y también convencer al máximo de colombianos. La aparición de estos grupos ha dado lugar a numerosas batallas guerrilleras en todo el país. Asi vemos como el Frente Nacional participó en el auge de los movimientos alternativos y las guerrillas, transformando el panorama político colombiano. Esto ha dejado una marca indeleble en la historia de Colombia y de su pueblo.

El Bogotazo un evento que todavía tiene un impacto en la sociedad hoy en día
El Bogotazo tanto una decepción que un misterio en la historia colombiana
El Bogotazo, tiene una importancia especial en la historia colombiana. Este asesinato represento el fin de una esperanza sincera para muchos colombianos, hacia un hombre político, quien represento una oportunidad de cambio. Aún hoy siguen sin explicarse los motivos de su muerte. Este suceso representa un punto negro en la historia de Colombia. Hay muchas teorías en torno a su muerte, pero ninguna ha sido plenamente validada. Algunos acusan al partido conservador de orquestar su asesinato, otros señalan a la CIA, mientras que algunos creen que fue una acción solitaria de uno de los opositores de Gaitán. Así que el Bogotazo para muchos representa tanto una decepción que un misterio en la historia colombiana.
Un acontecimiento que demuestra la reticencia a cambios estructurales
En la memoria colombiana, este asesinado es también un recuerdo de la reacción de las elites a un cambio estructural. En efecto, Gaitán represento un ideal de cambio de la sociedad para mas igualdades, aunque su asesinato mostro las dificultades de aceptación de la sociedad de estos cambios. Autores muestrearon como hoy en día es algo que todavía se percibe en la resistencia frente a movimientos políticos progresistas o de izquierda. La desconfianza en las instituciones se reforzó con el Bogotazo y todavía hoy es algo que se siente en la relación entre pueblo y dirigentes.
Gaitán una figura todavía presente en los movimientos de izquierda colombianos
Las críticas de Gaitán a las instituciones y su memoria fueron retomadas con frecuencia por los movimientos de izquierda en Colombia. Además, uno de los lemas más conocidos de Gaitán, «El pueblo es superior a sus dirigentes», es utilizado a menudo por activistas y partidos de izquierda. Gaitán es una figura que ha inspirado a un gran número de políticos y grupos políticos de izquierdas, tanto en sus medidas (reparto de tierras, crítica a las élites) como en su forma de hablar a la gente.

Una memoria en conflicto
La hija de Gaitán, Gloria Gaitán viene denunciando desde hace tiempo el trato dado a la memoria de su padre y el olvido. Lleva tiempo denunciando el «memoricidio dirigido por la oligarquía», representada por presidentes como Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos.
Sin embargo, la presidencia de Petro marcó un antes y un después en el reconocimiento de Gaitán y el mantenimiento de su memoria.
Su hija dijo : «El domingo, con la presencia de Petro, vamos a limpiar este lugar de 20 años de conmemoración», dice Gloria, refiriéndose a la teoría de que «los gobiernos, la oligarquía y los académicos se han negado a recordar y entender» al líder popular.
María agrega: «Llegó la hora de que el pueblo, el país nacional y no los políticos, se mire a los ojos y cuente su propia historia».
Así que podemos ver que el legado de Gaitán y la forma en que se trata cambian mucho dependiendo del lado del espectro político.

